AÑO: 2018
DURACIÓN: 113 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECCIÓN: Jon Turteltaub
GUIÓN: Belle Avery, Dean Georgaris, Erich Hoeber, Jon Hoeber & James Vanderbilt (basada en la novela de Steve Alten)
MÚSICA: Harry Gregson-Williams
REPARTO: Jason Statham, Li Bingbing, Rainn Wilson, Ruby Rose, Winston Chao, Cliff Curtis, Robert Taylor, Masi Oka, Ólafur Darri Ólafsson, Jessica McNamee, Page Kennedy
PRODUCTORA: Warner Bros. Pictures / Gravity Pictures / Di Bonaventura Pictures / Apelles Entertainment / Maeday Productions / Flagship Entertainment Group (Coproducción Estados Unidos-China)
GÉNERO: Aventuras / Acción / Fantástico
SINOPSIS
Un submarino de aguas profundas, que forma parte de un programa internacional, es atacado por una enorme criatura y queda averiado en el fondo de la fosa oceánica más profunda del Pacífico, con su tripulación atrapada en el interior. El tiempo se acaba y un oceanógrafo chino, el Dr. Chang, recluta a Jonas Taylor (Jason Statham), un especialista en rescate en aguas profundas, en contra de los deseos de su hija Suyin (Li Bingbing) que cree que puede rescatar a la tripulación por sus propios medios. Pero ambos deberán unir sus fuerzas para salvar a la tripulación y también al océano de una amenaza imparable: un tiburón prehistórico de 23 metros conocido con el nombre de Megalodón. Aunque se creía que estaba extinguido, el Megalodón está vivo y coleando...y está de caza. Cinco años antes, Jonas se había encontrado con esta misma criatura aterradora, pero nadie le creyó en ese momento. Ahora Jonas debe enfrentarse a sus miedos para volver a las profundidades marinas... donde volverá a verse cara a cara con el depredador más temible de todos los tiempos.
REVIEW
El temible depredador de los mares llegó cobró fama en el cine hace 43 años, como muchos ya sabéis, de la mano de un joven llamado Steven Spielberg. Ese gran éxito se propagó como la pólvora dando lugar a tres secuelas de ese fenómeno y unos cuantos sucedáneos durante la última mitad de la década de los 70 y toda la de los 80, de esta última es "El último escualo" de Enzo G. Castellari como la más conocida. No fue hasta 1999 cuando el escualo renació de sus cenizas en "Deep Blue Sea" de Renny Harlin, la película que dio el pistoletazo de salida de que como iban a ser las películas de tiburones hasta el día de hoy: bajo presupuesto, misma estructura, mismos efectos especiales de baratillo y mismos tópicos, pero siempre te encuentras algo que valga la pena como fue "Infierno azul" (2016), de Jaume Collet-Serra. Aunque esto no quita que pasé un rato entretenido con esas películas malas de tiburones para reírme con ellas como la saga "Sharknado".
En fin, vamos a lo que interesa, "Megalodón", al igual que "Tiburón", parte de una novela. Una historia que tampoco marca la diferencia y tiene los mismos clichés por doquier pero lo que más me llamó la atención para poner mi culo en la butaca ha sido ver que Jason Statham iba a protagonizar esta cinta. Statham contra un tiburón gigante, ¿quién podía decirle que no a una película así?
El argumento trata sobre un equipo de investigación liderado por un científico chino que mientras estaban en las profundidades haciendo descubrimientos se topan con algo que no estaba programado en sus agendas, un tiburón prehistórico de 25 metros, también conocido como "megalodón", aproximadamente que fastidiará más que un tiburón normal. A partir de ahí ya nos sumergimos, y nunca mejor dicho, en esos clichés por doquier: héroe con un pasado oscuro que recurren a él para ayuda, científica con muchas agallas e independencia, empresario millonario estúpido, el alivio cómico, etc. Todo aderezado con un guión que no vale ni dos duros pero con la acción y la carisma de Statham como únicos recursos para mantener el interés.
"Megalodón" es un cinta hecha sin más pretensión que la de generar entretenimiento y taquilla, cosa que también está consiguiendo y en China (país cofinanciador) augura ser un gran éxito. Lo único malo que he visto es que en algunos momentos la trama se tomaba en serio cuando debería ser todo una locura sin sentido alguno. No intentéis buscarle la lógica al guión porque no le hace ninguna falta, es pura diversión y espectáculo, ¿qué le falta bastante sangre y la poca que hay es demasiado moderada para una película de tiburones? Pues sí, pero no quita que se disfrute igual. Siempre queda la esperanza de que saquen un montaje más fuerte en el lanzamiento doméstico, que siendo de Warner es posible que lo hagan.
NOTA: 5/10
El temible depredador de los mares llegó cobró fama en el cine hace 43 años, como muchos ya sabéis, de la mano de un joven llamado Steven Spielberg. Ese gran éxito se propagó como la pólvora dando lugar a tres secuelas de ese fenómeno y unos cuantos sucedáneos durante la última mitad de la década de los 70 y toda la de los 80, de esta última es "El último escualo" de Enzo G. Castellari como la más conocida. No fue hasta 1999 cuando el escualo renació de sus cenizas en "Deep Blue Sea" de Renny Harlin, la película que dio el pistoletazo de salida de que como iban a ser las películas de tiburones hasta el día de hoy: bajo presupuesto, misma estructura, mismos efectos especiales de baratillo y mismos tópicos, pero siempre te encuentras algo que valga la pena como fue "Infierno azul" (2016), de Jaume Collet-Serra. Aunque esto no quita que pasé un rato entretenido con esas películas malas de tiburones para reírme con ellas como la saga "Sharknado".
En fin, vamos a lo que interesa, "Megalodón", al igual que "Tiburón", parte de una novela. Una historia que tampoco marca la diferencia y tiene los mismos clichés por doquier pero lo que más me llamó la atención para poner mi culo en la butaca ha sido ver que Jason Statham iba a protagonizar esta cinta. Statham contra un tiburón gigante, ¿quién podía decirle que no a una película así?
El argumento trata sobre un equipo de investigación liderado por un científico chino que mientras estaban en las profundidades haciendo descubrimientos se topan con algo que no estaba programado en sus agendas, un tiburón prehistórico de 25 metros, también conocido como "megalodón", aproximadamente que fastidiará más que un tiburón normal. A partir de ahí ya nos sumergimos, y nunca mejor dicho, en esos clichés por doquier: héroe con un pasado oscuro que recurren a él para ayuda, científica con muchas agallas e independencia, empresario millonario estúpido, el alivio cómico, etc. Todo aderezado con un guión que no vale ni dos duros pero con la acción y la carisma de Statham como únicos recursos para mantener el interés.
"Megalodón" es un cinta hecha sin más pretensión que la de generar entretenimiento y taquilla, cosa que también está consiguiendo y en China (país cofinanciador) augura ser un gran éxito. Lo único malo que he visto es que en algunos momentos la trama se tomaba en serio cuando debería ser todo una locura sin sentido alguno. No intentéis buscarle la lógica al guión porque no le hace ninguna falta, es pura diversión y espectáculo, ¿qué le falta bastante sangre y la poca que hay es demasiado moderada para una película de tiburones? Pues sí, pero no quita que se disfrute igual. Siempre queda la esperanza de que saquen un montaje más fuerte en el lanzamiento doméstico, que siendo de Warner es posible que lo hagan.
NOTA: 5/10
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